En un escenario donde la educación superior en Colombia enfrenta desafíos estructurales, la voz de los estudiantes y sus representantes se vuelve fundamental para exigir cambios reales. En esta entrevista, conversamos con María José Castañeda Rojas, presidenta nacional de la Asociación Colombiana de Representantes Estudiantiles de la Educación Superior (ACREES), quien analiza con profundidad la crítica situación del sistema educativo en el país.

Desde la insuficiencia de las políticas gubernamentales hasta los retos del movimiento estudiantil, Castañeda comparte su perspectiva sobre temas clave como la gratuidad, la financiación de las universidades públicas y la necesidad de una reforma educativa que priorice el acceso y la calidad. Además, destaca el papel de ACREES como un espacio de articulación y lucha, donde la organización estudiantil y la construcción de propuestas alternativas son pilares para transformar la educación en Colombia.
Esta entrevista no solo revela las fallas del sistema actual, sino que también inspira a la acción, recordando que la educación es un derecho y no un privilegio. A continuación, las reflexiones y llamados de una líder comprometida con la justicia educativa.
Soy hija de docentes y desde los 14 años he defendido la educación como un derecho fundamental.
Pregunta: ¿Cuál es la visión de ACREES sobre la situación actual de la educación superior en Colombia?
Respuesta: La política educativa del actual gobierno ha demostrado ser insuficiente para resolver los problemas estructurales del sistema. Se prometieron 500.000 nuevos cupos en educación superior y más de cien proyectos de universidades, pero los avances han sido mínimos. La gratuidad, aunque un avance, ha funcionado con giros tardíos e incompletos, lo que ha dejado a muchos estudiantes dependiendo del endeudamiento. A esto se suma el déficit estructural de 19 billones de pesos en las universidades públicas y los recortes en ciencia y tecnología.
P: ¿Qué la inspira a luchar por la educación?
R: Soy hija de docentes y desde los 14 años he defendido la educación como un derecho fundamental. Salí de un colegio público y siempre he pensado que la educación debe ser de calidad y accesible para todos. La lucha no es solo por abrir cupos, sino por garantizar que el acceso sea con calidad, que las condiciones para los estudiantes mejoren y que la educación sea realmente un pilar de desarrollo para el país.
P: ¿Cómo analiza ACREES la reforma a los artículos 86 y 87 de la Ley 30?
R: Vemos con preocupación que esta reforma no tiene respaldo fiscal del Ministerio de Hacienda y no se articula con el Sistema General de Participaciones. La financiación de la educación superior no puede depender de improvisaciones ni de aumentar la carga tributaria a la población más vulnerable. No hay claridad sobre cómo se cerrarán las brechas entre las universidades públicas y el plan de pagos de la deuda histórica sigue sin resolverse.
Ha sido un gobierno que prefiere hacer anuncios en redes sociales en lugar de abrir espacios reales de diálogo.
P: ¿Qué papel juega ACREES en la construcción de una alternativa para la educación superior?
R: ACREES ha sido un espacio de articulación del movimiento estudiantil, promoviendo debates informados y luchando por una educación pública, gratuita y de calidad. Este año nos hemos enfocado en fortalecer la organización estudiantil con la creación de una Escuela Nacional de Liderazgo, encuentros regionales y una mayor incidencia en la política pública. No basta con criticar, debemos construir propuestas viables desde la movilización y la academia.
P: Se ha criticado la relación del gobierno con el movimiento estudiantil. ¿Cuál es su opinión al respecto?
R: Ha sido un gobierno que prefiere hacer anuncios en redes sociales en lugar de abrir espacios reales de diálogo. No se han dado avances en la reforma estructural del ICETEX ni en la financiación de las universidades. Además, el gobierno ha intentado generar divisiones entre universidades públicas y privadas, lo que es contraproducente para la lucha por una educación superior accesible para todos.
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P: ¿Cuáles son los principales retos para el movimiento estudiantil en 2025?
R: La independencia, la unidad y la organización. La educación sigue sin ser una prioridad en la agenda gubernamental y necesitamos fortalecer nuestras redes de movilización y representación estudiantil. La defensa de la educación como un derecho fundamental exige una acción coordinada entre estudiantes, docentes y la sociedad en general.
P: Finalmente, ¿qué mensaje envía ACREES a la comunidad estudiantil?
R: Que no se desmovilicen, que sigan organizándose y exigiendo sus derechos. La educación superior es un derecho y debemos luchar porque sea garantizada para todos. Seguiremos trabajando desde ACREES para construir un modelo educativo más justo y accesible.