Darío Ortiz
La guerra en Gaza va a cumplir 20 meses. Decenas de miles de civiles han sido masacrados inmisericordemente y los sobrevivientes están siendo sometidos a morir de hambre, sed y enfermedad, tras la destrucción de sus ciudades y su aparato sanitario, sin que veamos a los grandes poderes mundiales aplicar sanciones u obrar con la eficacia que les hemos visto con decenas de países en el mundo a los que con frecuencia incluso les imponen hasta sus gobernantes.
A la vista de todos y con el apoyo de grandes potencias Israel comete “un genocidio de manual” como afirma el académico israelí Raz Segal y los grandes medios, los grandes poderes políticos, han guardado un silencio cómplice que pasara a la historia, junto al orden establecido tras la segunda guerra mundial que están dejando romper en pedazos, como la vergüenza de este siglo.
Por eso vale la pena preguntarse: ¿Después de tantos meses, y tantos crímenes contra la humanidad porqué hay tanto silencio? ¿Porqué en cambio vemos reprimir a los que protestan contra el genocidio y alzan la voz por el pueblo palestino?
La historia, maestra inefable, nos cuenta que Estados Unidos se construyó como una gran nación sobre la sangre de los pueblos originarios que fueron extinguidos o derrotados uno tras otro desde el océano atlántico hasta que llegaron al pacífico varios siglos más tarde.
Se me ocurre una respuesta cruel. Porque esos grandes países que podrían detener a Israel, los que podrían sancionarlos e incluso poner tras las rejas a los que han impulsado esos crímenes de lesa humanidad han construido sus fronteras y estados, han cimentado sus riquezas sobre múltiples genocidios. Han delineado sus culturas a punta de racismo y exclusión. La tierra que hoy defienden con orgullo nacional hace poco era de otros cuyos descendientes sobrevivientes, despojados de sus idiomas y culturas, todavía soportan su yugo abominable como ciudadanos de tercera clase.
La historia, maestra inefable, nos cuenta que Estados Unidos se construyó como una gran nación sobre la sangre de los pueblos originarios que fueron extinguidos o derrotados uno tras otro desde el océano atlántico hasta que llegaron al pacífico varios siglos más tarde. Gerónimo, el último líder apache que se resistió a la invasión norteamericana se rindió apenas en 1886. Europa construida pueblo sobre pueblo luego colonizó, esclavizó y cometió genocidios en tres continentes diferentes. ¿Qué vamos a esperar de italianos, franceses y belgas que hace unas cuantas décadas todavía tenían a África como un coto de caza de hombres? ¿Qué podemos esperar de los alemanes que prohíben las manifestaciones propalestinas con el peso enorme del holocausto judío sobre sus hombros?
Esa es también la historia de Inglaterra, el dominio sobre las islas de Gran Bretaña y su otrora imperio ultramarino. La de Australia y el genocidio sobre aborígenes aún en el siglo XX o la de Argentina orgullosa por el llamado genocidio invisible de sus indígenas, cuyos capítulos finales se libraron hace 100 años en la condenada masacre de Napalpí.
Pero, aunque crean que eso es un pasado lejano, muchas de esas potencias tienen todavía algún pueblo en sus fronteras al que le niegan la libre determinación y que aspiran tener siempre subyugado. Al que exterminarían con gusto como Israel está haciendo con los palestinos en Gaza.
Rusia, que en su historia tiene los progroms antijudíos y el genocidio circaciano, entre muchos otros, cuenta con una decena de pueblos que anhelan la independencia como Chechenos, Tartaristanos o Corac. Turquía que hace apenas cien años concluía el genocidio armenio con gusto se desharía de los Kurdos, esa nación sin estado, con población en 5 países y que ha padecido múltiples genocidios, como la reciente operación Al Anfal con la cual Iraq les exterminaría más de 150 mil personas. China, otro miembro permanente del consejo de seguridad de la ONU, lleva 70 años perpetrando el genocidio Uigur, una minoría musulmana de 20 millones que ha enfrentado de todo desde la llegada al poder del partido comunista.
Así que: ¿Quién alzará la voz para evitar el genocidio Palestino? No seremos africanos o latinos del sur global que todavía estamos exterminando facciones o etnias incómodas para el poder de turno. Ni siquiera hablaran duro los países árabes que en su mayoría tienen minorías étnicas a las que quisieran aplicarles el mismo castigo colectivo. En un mundo en el que comienza a levantarse una ola enorme de exclusión y odio contra las minorías, lo que termine de pasar en Gaza, bajo la fuerza de las armas contra la población inerme, será el prólogo de lo que veremos contra los africanos en Europa, los latinos en Estados Unidos o los blancos en ciertas partes de África. Y nadie alzará la voz lo suficiente, como no lo han hecho ahora. Requiem por el pueblo palestino.
Víctor de Currea: una voz autorizada para la causa palestina desde Colombia – democratas.co
mayo 30, 2025 at 12:52 pm[…] Réquiem por el pueblo palestino […]