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Reforma laboral revierte tendencia neoliberal

Carlos Arturo Rodríguez Díaz

Después de la formidable acción política y sindical llevada a cabo entre el gobierno del presidente Gustavo Petro Urrego, el sindicalismo y los parlamentarios afines con las causas sociales se puede afirmar que, cuando las ideas se llenan de contenido llegan a buen puerto. 

La aprobación de esta Reforma Laboral es positiva porque recupera los Derechos Laborales que cercenaron los gobiernos de Cesar Gaviria y Álvaro Uribe para beneficiar a los potentados y, porque revierte la tendencia neoliberal.

Creo que los trabajadores colombianos les debemos gratitud por siempre, a quienes coadyuvaron con este incuestionable avance que resalta la decisión política del presidente Gustavo Petro, porque la Consulta Popular fue el instrumento que permitió desarchivar el proyecto de Reforma Laboral. También reconocer el rol jugado por el ministro de Trabajo, Antonio Sanguino y por el Senador Fabian Diaz con la presentación de la Apelación, que fue esencial en el proceso de oxigenación de la Reforma Laboral. Igualmente quiero destacar la excelente argumentación y defensa de la Reforma que hicieron, entre otras, las senadoras Aida Abella Esquivel, Clara López Obregón y la Representante María Fernanda Carrascal Rojas. 

Ligado con lo anterior, realzo la acción sindical que fue fundamental, haciendo que la movilización pacifica, civilista y democrática se pronunciara sin discusión y para ello, valoro el vital y excelente Liderazgo de Fabio Arias como presidente de la CUT.

Con el propósito de explicitar mejor el contenido de lo acordado, hago un cronograma del proceso de la Reforma Laboral 2025 y un recordéis de las nefastas implicaciones del modelo neoliberal y de las reformas de 1990 y 2002.

Reforma laboral 2025

La reforma laboral fue uno de los compromisos que hizo el presidente Gustavo Petro Urrego con los trabajadores colombianos y por ello, en el 2023 se estructuró y radicó en el Congreso de la República, un proyecto que no logró superar su primer debate, lo que dejó entrever las dificultades que se avecinaban por el contenido de éste, máxime cuando los gremios empresariales seguían expresando su rechazo a esta reforma, esgrimiendo que los Derechos  Laborales generan desempleo, argumentos que también presentaron para justificar las reformas de 1990 y 2002, en desarrollo de la implementación del modelo neoliberal.

En el 2024, se volvió a radicar la Reforma Laboral y, en la búsqueda del consenso, se avanzó en los primeros debates en la Comisión Séptima de la Cámara de Representantes, al parecer, a cambio del retiro de los 30 artículos que contenía el capítulo sindical. Infortunadamente este “Acuerdo”, se diluyó en la Comisión Séptima del Senado el 18 de marzo del 2025, cuando 8 Senadores votaron por archivar la reforma, sin la debida discusión.

Ante la negativa del Senado, el presidente de la Republica Gustavo Petro, convocó a una Consulta Popular para que fueran los propios ciudadanos los que, en las urnas, decidieran el cambio de las Normas Laborales y el Primero de Mayo, ante una multitud congregada en la Plaza de Bolívar de Bogotá, leyó uno a uno los 12 puntos que contenía la Consulta Popular.

Paradójicamente y para bien de los trabajadores, la Consulta Popular revivió el proyecto de Reforma Laboral al aprobarse la Apelación que, oportunamente había presentado el Senador Fabian Diaz y que implicó el regreso de la Reforma Laboral a la Comisión Cuarta del Senado el 27 de mayo y que, después de una importante e intensa discusión, se le diera aprobación el 28 de mayo.

La nueva realidad, significó que esta iniciativa ya cumplía tres de los cuatro debates requeridos para convertirse en Ley y se designaron a cuatro congresistas para llevar a cabo la conciliación del articulado, quienes acogieron la reforma que pasó por la plenaria en la cámara alta del Legislativo el martes 17 de junio.

Después de ires y venires, el 19 de junio, la comisión de conciliación presentó por escrito el informe a los presidentes de Senado y Cámara y el 20 de junio, la plenaria del Senado con 59 votos a favor y 16 en contra y la plenaria de la Cámara, con 126 votos a favor y 2 en contra; que sumados dieron 185 votos a favor y 18 en contra, cumpliendo con el requisito del cuarto debate, aprobó la Reforma Laboral que pasará a sanción presidencial.

Apertura económica

Recordemos que por los años 90, se pasó de un modelo en el que la economía y la política estaban estrechamente ligadas, a otro, que las dispersó. Con esta transición, ocurrió un cambio entre un modelo en el que la expansión del mercado interno y del capital nacional jugaban un papel central a otro, en el que las exportaciones de productos manufacturados ocupan un lugar estratégico en desmedro de la producción nacional y en pro del capital extranjero.

Así empezó la adopción formal de la apertura económica, pues el gobierno de Cesar Gaviria Trujillo, en febrero de 1990, presentó un CONPES que aprobó el Programa de modernización de la economía que contenía un conjunto de decisiones en orden de viabilizar y profundizar el proceso de apertura, que se puede sintetizar en los siguientes ejes: Privatización de las empresas estatales, cambios en la estructura ocupacional, liberación comercial y ofensiva antisindical.

Reforma laboral de 1990

Mediante la Ley 50 de diciembre de 1990 se introdujo la flexibilización en los contratos de trabajo que había reclamado el capital desde los años 70, con lo cual suprimió la retroactividad de las cesantías, la pensión sanción y se dio paso al desarrollo del mercado de capitales mediante los fondos de prestaciones.

Además, dentro de los reclamos patronales figuraron, la contratación temporal, el enganche de trabajadores tan sólo dentro del período de prueba, la llamada a negociar a los trabajadores próximos a cumplir diez años de servicios o su tiempo de jubilación, con el fin de evitar la obligación de asumir media pensión o la jubilación completa y la creciente contratación a término fijo.

La justificación dada por el gobierno de Cesar Gaviria a la reforma se formuló en la dirección de eliminar las restricciones laborales y hacer más flexible el mercado de trabajo. De esta manera, según ellos, la reforma laboral lograría favorecer la generación de empleo y sanear la estructura del sistema de seguridad social.

En cuanto a ello, no es verdad que la reforma (neoliberal) haya impulsado la generación de empleo. Lo ocurrido entre 1990 y 1994 fue lo contrario, ya que la tasa de desempleo promedio anual para las siete ciudades principales se mantuvo a niveles que bordearon el 10% y fueron destruidos más de 200.000 empleos productivos.

Reforma laboral del 2002

El presidente Uribe, expidió la ley 789, como parte de la política de flexibilización laboral relacionada con la globalización neoliberal y la internacionalización de la economía. Por ello, estableció cambios en las relaciones laborales, al reducir las indemnizaciones por despido injusto, eliminar los recargos por festivos y dominicales y reducir de igual manera el pago de horas extras, a través de la extensión de la jornada de trabajo.

Pese a que de nuevo el argumento, para aprobar la reforma, fue la generación de empleo, al evaluarla se encontró que la ley 789 pauperizó el ingreso de los trabajadores a favor de los intereses de los empresarios. Es más, el mercado laboral colombiano sufrió un notable desmejoramiento, ya que la informalidad no cedió y llegó al 60% y cerca del 50% de los asalariados no accedían a un contrato laboral.

Felicitaciones de nuevo

Finalmente reitero mis felicitaciones por este incuestionable avance que invita a seguir fortaleciendo el Dialogo Social.

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