José Alejandro Díaz
Sociólogo e investigador social
Durante el mandato del presidente Gustavo Petro, se han evidenciado distintos inconvenientes que ha tenido frente a su gabinete inicial y quienes actualmente ocupan los cargos de ministros de la nación. Esto ha generado un panorama de desconfianza política en los colombianos. Es importante mencionar que las irregularidades existen en cada mandato presidencial; sin embargo, en este caso se denota por la influencia que tiene la oposición acerca del manejo del país por parte del actual presidente.
El mal momento que pasa este país frente a las irregularidades encontradas es preciso para hacer un llamado a reorganizar ideas y ejecutar planes que permitan tener resultados de manera óptima, aunque no inmediata
Además, las tensiones en las relaciones diplomáticas con Estados Unidos influyen en el temor de perder esta alianza estratégica de comercio, lo que llevaría a tener un conflicto en cuanto a la regularidad del mercado colombiano. El incremento de aranceles interfiere con las exportaciones del país.
Sin embargo, para rescatar, es claro que el país enfrenta las consecuencias de la crisis financiera del año 2008, que aún sigue marcando en este 2025, y era predecible, más por la falta de dinamismo en cuanto a nuestro PIB (Producto Interno Bruto), además del déficit fiscal en los gobiernos anteriores al actual.
Aunque desde los partidos de derecha se manifieste que el país está en declive y que no se va a recuperar (por declaraciones extremistas frente al temor de convertir el país en “Venezuela” o algo peor), dejando toda la responsabilidad al mandato actual, sin reconocer la crisis que ha tenido el país desde hace décadas.
El mal momento que pasa este país frente a las irregularidades encontradas es preciso para hacer un llamado a reorganizar ideas y ejecutar planes que permitan tener resultados de manera óptima, aunque no inmediata. Aunque desde los partidos de derecha se manifieste que el país está en declive y que no se va a recuperar (por declaraciones extremistas frente al temor de convertir el país en “Venezuela” o algo peor), dejando toda la responsabilidad al mandato actual, sin reconocer la crisis que ha tenido el país desde hace décadas.
Hacer parte del cambio es el mensaje que se propone a los jóvenes, pero esto es de todos, porque inicialmente el cambio generacional ha visto el proceso de este caótico mundo político. Sin embargo, también hay una ausencia de conciencia colectiva; allí está el gran problema. No es un ideal ni un movimiento, sino plenamente la falta de convivencia dentro de un modelo competitivo que nos mantiene en una cápsula de guerra.
Los toros de Fucha – democratas.co
mayo 4, 2025 at 4:11 pm[…] Con esta manifestación popular Petro escenifica una tensión entre la democracia representativa y l…, que consagra nuestra constitución. Los dos modelos son complementarios, no son antagónicos. En cualquier caso, la marcha es un síntoma de salud democrática, y como tal debería procesarse. Ahora bien, el discurso de Petro está lejos, lejísimos de la oración por la paz de Gaitán, tanto en su construcción, como en su contenido y finalidad. El de Petro es más bien una arenga, la banda sonora de un acto lleno de simbolismo. Los guantes blancos empuñando la espada de Bolívar y la apelación al pueblo, para enfrentar a un senado que, en un acto de insensatez, decidió hundir su proyecto de reforma laboral sin discutirla. No estoy seguro de si insensatez es el vocablo correcto, tal vez sería mejor, estupidez. […]