Sandra Morelli Rico
Jurista, ex Contralora General de la República
De hecho, resultados, objetivos e indicadores de toda estirpe dan cuenta de un país con índices de violencia atroces, con cifras de pobreza nefastas y de desigualdades inadmisibles. A su vez los indicadores de desarrollo siguen siendo más o menos aceptables y además parecemos gozar de un entorno institucional aparentemente maduro para sostener y mantener métodos electorales de tipo democrático.
…más allá de los discursos propagandísticos en plazas públicas reales y visuales, al final una vez en la cima, se apropian del botín estatal en beneficio propio y de terceros corrompiendo la institucionalidad de la que a veces nos ufanamos.
¿Podemos los intelectuales de Colombia sustraernos de la política, es decir, de los problemas que concierne a la polis, al conglomerado social, en fin, que conciernen y por sobre todo, afectan a todos los habitantes de Colombia? La respuesta para que no quede inexorablemente marcada por un déficit ético, debe ser negativa. Y debe ser negativa, porque Colombia está emproblemada y el silencio terminaría siendo cómplice, de lo que sería un destino ineludible para esta República: su fracaso para forjar una mejor sociedad .
Pero lo que aparece a primera vista positivo y alentador podría estar más amenazado que nunca por la polarización de unas fuerzas políticas hambrientas de lucha irracional por el poder, que más allá de los discursos propagandísticos en plazas públicas reales y visuales, al final una vez en la cima, se apropian del botín estatal en beneficio propio y de terceros corrompiendo la institucionalidad de la que a veces nos ufanamos.
Cuando la inmadurez política y la mezquindad de muchos de sus líderes, bajo la égida de la violencia y la miseria saquea el Estado, y las grandes respuestas siguen siendo sólo retórica para el ágora, cada vez más colmada de almas tristes y frustradas, los intelectuales, académicos, periodistas, profesionales, respetuosos de la política como el único método para acceder al poder mediante el ejercicio electoral en el ámbito de una democracia que creemos debe mantenerse, profundizarse y perfeccionarse. Para eso creamos este espacio de DEMÓCRATAS. Queremos practicar la política desde la reflexión para contribuir a un mejor discurso y a una mejor percepción de nuestro deber ser como país.
Se trata del imperativo Ciano Ciano, al que no vamos a renunciar, y por lo tanto este espacio, como medio de difusión, y este conjunto de pensadores de la colombianidad, queremos convertirnos en hacedores de ese mejor destino de esa mejor manera de imaginar, pensar y construir una Colombia que aún no ha vivido su edad de oro
En este contexto, que definitivamente no es el peor que hemos padecido en estas latitudes, pero que sin lugar a duda es grave y preocupante, los académicos e intelectuales que soñamos una Colombia mejor, y qué por una atávica enfermedad, seguimos creyendo en el progreso, consideramos que renunciar a esos anhelos y renunciar forjar una sociedad igualitaria, auténticamente, social y derecho, y por sobre todo, demócrata, donde el pueblo, la nación y sus instancias de representación, decidan autónomamente sobre cómo, y con quien y para qué forjar un mejor futuro, constituye un compromiso ético ineludible. Se trata del imperativo Ciano Ciano, al que no vamos a renunciar, y por lo tanto este espacio, como medio de difusión, y este conjunto de pensadores de la colombianidad, queremos convertirnos en hacedores de ese mejor destino de esa mejor manera de imaginar, pensar y construir una Colombia que aún no ha vivido su edad de oro, pero a la que tiene derecho, a pesar de tantas disfuncionalidades que parecen ser leitmotiv de nuestra historia y que constituyen una pandemia contra la que nos tenemos que vacunar, para finalmente lograr su extinción y alcanzar la felicidad del pueblo al que pertenecemos. Sin violencia, sin narcotráfico y sin corrupción. Con ese objetivo lanzamos este centro de pensamiento liderado, por Guillermo Pérez y del que hacemos parte muchas personas que creemos en el futuro de Colombia.