Categorias

Idioma

El despliegue naval de Estados Unidos en el Caribe: impactos geopolíticos, soberanía e integración regional

Carlos Lagos

La reciente intensificación del despliegue naval de Estados Unidos en el Caribe no puede analizarse como un hecho aislado. Este tipo de operaciones militares, enmarcadas bajo el argumento de la lucha contra el narcotráfico y la seguridad hemisférica, tienen repercusiones mucho más amplias que exceden el terreno militar. Están en juego principios fundamentales del Derecho Internacional, el equilibrio regional de poderes, la vigencia de los organismos multilaterales y la posibilidad de que América Latina trace un camino propio de integración sin caer en dependencias ideológicas ni económicas.

Este artículo se nutre del debate sostenido en el programa Sapiens, donde participaron destacados académicos como el PhD. Carlos Santamaría y el PhD. Serge Laurens. Sus valiosas reflexiones abrieron horizontes para la discusión; sin embargo, las conclusiones aquí expuestas son de mi exclusiva responsabilidad y reflejan mi propia lectura de los temas tratados.

  1. Legalidad internacional y principios del Derecho Internacional Humanitario
    El despliegue naval estadounidense plantea la pregunta sobre la legalidad de tales acciones sin autorización expresa del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. El artículo 2.4 de la Carta de la ONU prohíbe el uso de la fuerza contra la integridad territorial o la independencia política de cualquier Estado, salvo en los casos de legítima defensa (art. 51) o autorización multilateral.
    Además, el Derecho Internacional Humanitario (DIH), codificado en los Convenios de Ginebra (1949) y sus Protocolos adicionales (1977), establece principios esenciales:
    Proporcionalidad: la fuerza usada no debe ser excesiva en relación con la amenaza.
    Distinción: los ataques deben dirigirse contra objetivos militares legítimos, no contra bienes civiles.
    Necesidad: toda acción bélica debe ser indispensable para alcanzar un objetivo militar legítimo.
    El uso de bombarderos o buques de guerra contra embarcaciones pequeñas, incluso si transportan drogas ilícitas, plantea dudas serias sobre la proporcionalidad y la necesidad, pues existen alternativas como la interdicción y la detención.
  2. Soberanía versus hegemonía: un dilema histórico
    La soberanía territorial ha sido un principio fundacional del orden internacional moderno desde la Paz de Westfalia (1648). Sin embargo, Estados Unidos ha ejercido históricamente una política de hegemonía hemisférica sustentada en la Doctrina Monroe (1823) y en la proyección de poder naval en el Caribe y el Pacífico.
    El dilema se agudiza cuando la soberanía de un Estado entra en tensión con la legitimidad democrática de su gobierno. En el caso venezolano, numerosas naciones y organismos han cuestionado la validez de los procesos electorales y desconocen la legitimidad del gobierno de Nicolás Maduro. Ello pone de relieve la necesidad de que la ONU cuente con mecanismos coercitivos efectivos y multilaterales, capaces de intervenir en situaciones de fraude o ilegitimidad, evitando que un solo Estado asuma ese rol unilateralmente.
  3. Organismos multilaterales en crisis: OEA, ALBA, Pacto de Lima y la propia ONU
    El actual cerco naval evidencia la crisis de eficacia de los organismos multilaterales:
    OEA: pese a contar con la Carta Democrática Interamericana (2001), su acción ha sido limitada, atrapada entre polarizaciones ideológicas.
    ALBA y Pacto de Lima: dos bloques ideologizados en extremos opuestos, incapaces de ofrecer soluciones equilibradas.
    ONU: paralizada por el veto de las potencias en el Consejo de Seguridad, incapaz de aplicar medidas contundentes y uniformes frente a violaciones de soberanía o ilegitimidad electoral.
    Casos como Gaza, Ucrania e Irán muestran un patrón: la inacción de los organismos internacionales mina su legitimidad y deja a los Estados vulnerables a la unilateralidad de las potencias.
  4. El impacto geopolítico regional: multipolaridad y nuevos equilibrios
    El Caribe vuelve a ser epicentro de disputa geoestratégica. Estados Unidos busca reafirmar su supremacía marítima, mientras que potencias como Rusia y China fortalecen sus vínculos con Caracas, insertando a América Latina en la dinámica global de un mundo multipolar.
    Para América Latina y en particular para Colombia, los riesgos son múltiples, los cuales pueden traducirse en: escalada migratoria, militarización de fronteras, presión diplomática y un dilema geopolítico entre alinearse con Washington o impulsar una agenda autónoma.
  5. Alternativas de integración regional sin sesgos ideológicos
    El debate sobre el futuro de la región no debe reducirse a elegir entre bloques ideologizados. La experiencia del Mercosur muestra que es posible crear mecanismos pragmáticos de integración comercial y política.
    En este sentido, he planteado en Sapiens la necesidad de crear una flota mercante regional, inspirada en la antigua Flota Grancolombiana, que permita conectar el Pacífico Sur y el Atlántico para fortalecer así, la autonomía comercial de la región. Este tipo de iniciativas, sin sesgos ideológicos, podrían dotar a América Latina de herramientas para enfrentar los desafíos del comercio global y de la seguridad marítima.
  6. Reflexión crítica sobre los organismos multilaterales
    El sistema multilateral atraviesa una crisis profunda. La ONU, debilitada por la falta de mecanismos coercitivos eficaces, ha demostrado ser incapaz de actuar frente a los gobiernos ilegítimos, incluso aun, cuando existen evidencias de fraude electoral.
    Cabe recordar que el presidente Donald Trump, en su discurso ante la Asamblea General de 2018, llegó a burlarse de la organización, basado en la falta de funcionamiento de las escaleras eléctricas y del teleprompter, exhibiendo el descrédito de la mayor institución internacional, partiendo del funcionamiento de estas cosas básicas, pero en el fondo está su gran incomodidad frente a cualquier institución que limite su poder. Esta falta de eficacia refuerza la necesidad de una reforma profunda que dote a la ONU de una mayor autonomía y de capacidad de acción.
    Es pertinente subrayar la inconsistencia de ciertos líderes. Mientras el presidente Gustavo Petro invoca en la ONU la necesidad de medidas contra Israel por su ofensiva en Gaza, no ha solicitado con la misma firmeza una intervención multilateral frente a Venezuela, a pesar de los cuestionamientos a su régimen.
  7. América Latina ante su oportunidad histórica
    El despliegue naval estadounidense es una alerta para América Latina. No puede seguir viéndose como “el patio trasero” de Estados Unidos ni caer en nuevas dependencias con otras potencias.
    La CEPAL (2024) muestra que América Latina sigue siendo la región más desigual del mundo, con un índice de Gini promedio de 0,47, y Colombia ocupa un lugar crítico (0,51), solo superada por Haití en América. La región requiere abrir nuevos mercados, fomentar alianzas multilaterales como la Ruta de la Seda o los BRICS, y avanzar hacia una integración propia que permita superar el empobrecimiento histórico, sin caer en nuevas dependencias.
    Reflexión final
    El despliegue naval estadounidense en el Caribe nos obliga a pensar más allá de la coyuntura inmediata. Es un síntoma de la fragilidad de la soberanía regional, de la crisis de los organismos multilaterales y de la necesidad urgente de diseñar un nuevo marco de integración latinoamericana.
    Los aportes del PhD. Carlos Santamaría y del PhD. Serge Laurens en el programa Sapiens fueron indispensables para enriquecer el debate. De igual manera, extendemos nuestro reconocimiento al Consejo Editorial, integrado en esta ocasión por el excongresista Hugo Velásquez, el ingeniero Luis Carlos Orejarena y el agrónomo Octavio Cruz, por su compromiso con la reflexión crítica y el rigor intelectual.
    Pero la reflexión que aquí presento busca ir más allá: América Latina no puede seguir atrapada entre la injerencia externa y la parálisis interna. La tarea pendiente es construir un espacio común de desarrollo y defensa, sin sesgos ideológicos, que permita a la región dejar atrás el empobrecimiento y ocupar el lugar que le corresponde en el siglo XXI.
    Fuentes y referencias


    Derecho Internacional Humanitario (DIH)
    Convenios de Ginebra de 1949 y Protocolos Adicionales de 1977.
    Art. 51 del Protocolo I adicional: principios de proporcionalidad, necesidad y distinción
    Derecho Internacional Público
    Carta de las Naciones Unidas (1945).
    Art. 2.1: Principio de igualdad soberana de los Estados.
    Art. 2.4: Prohibición del uso de la fuerza.
    Art. 51: Derecho a la legítima defensa.
    Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional (1998): crímenes de agresión y de guerra.
    Precedentes judiciales internacionales
    CIJ, Nicaragua vs. Estados Unidos (1986).
    CIJ, Plataforma continental del Mar Negro (Rumania vs. Ucrania, 2009).
    Organismos multilaterales
    OEA: Carta Democrática Interamericana (2001).
    CELAC: Declaraciones sobre multipolaridad (2023).
    Discurso de Donald Trump ante la ONU (2025).
    Indicadores socioeconómicos
    CEPAL (2024): informe sobre desigualdad en América Latina.
    Banco Mundial (2023): Global Inequality Data.

¿De cuánta utilidad te ha parecido este contenido?

¡Haz clic en una estrella para puntuar!

Promedio de puntuación 5 / 5. Recuento de votos: 1

Hasta ahora, ¡no hay votos!. Sé el primero en puntuar este contenido.

Compartir en:

    Deja tu comentario

    Su dirección de correo electrónico no será publicada.*

    Has olvidado tu contraseña

    Registro